Un joven obstetra indujo el parto en una mujer por un PVDC (parto vaginal después de la cesárea). El útero de la mujer se rompió, causando hipoxia al niño y casi matando a la madre. La bebé fue resucitada, pero no antes de que ella sufrió parálisis cerebral irreversible. A través de un litigio que duró varios años se obtuvo el mayor veredicto del jurado en la historia del condado de Seminole, un premio de $ 24,100,000 para esta increíble niña y sus padres.

 

Este caso fue apelado llegandose a un acuerdo de confidencialidad. La familia obtuvo una cantidad multimillonaria para asegurar su futuro.